Padres adoptivos de una estudiante de Finlandia
Cuando decidimos traer a una estudiante de intercambio, supimos que iba a ser una experiencia muy enriquecedora y muy diferente, sin embargo, ninguno en nuestra familia se arrepiente de haber tomado la decisión de traer a la estudiante a nuestra casa.
Al inicio, como todo, fue un poco difícil debido a las diferencias culturales y a que ella no manejaba nada de español, sin embargo, fue solo cuestión de días para que aprendiéramos a comunicarnos. Asimismo, cuando ella llegó, debido a su cultura, no era una persona muy cariñosa, sin embargo, ahora es una persona muy amorosa y una excelente persona, en todos los sentidos.
Desde el momento en que ella llegó, la integramos a la familia, se le explicaron todos nuestros hábitos y le enseñamos cosas básicas para que ella aprendiera a trasladarse, aunque durante algún tiempo, ella nunca salió sola a la calle, usualmente salía con su hermana o con sus papás, para que ella aprendiera como era todo acá.
Si surgía algún inconveniente o algún problema, lo resolvíamos entre familia y así logramos salir adelante.
Salíamos a hacer paseos que no necesitaban mucho dinero ni mucho tiempo, y así, le enseñamos lugares muy lindos que hay en nuestro país, que son baratos y de mucha belleza natural. Con su hermana acá en CR, salían juntas al cine, a hacer mandados o simplemente iban a “dar vueltas” al mall. Ella se unió mucho a nosotros, le gustaba ir con su papá cuando él tenia que ir a hacer algo o cuando tenía que ir a trabajar y ella lo podía acompañar, ella iba con él, con la mamá disfrutaba ver películas, es algo que tienen en común, les encanta ver series o películas.
Siempre que solicitamos su ayuda con algún quehacer del hogar, ella nunca se negó, siempre fue muy servicial.
Sabemos que ahora tenemos un miembro más en nuestra familia, y estamos seguros de que aunque la hora de marcharse está cerca, pronto la volveremos a ver.
Definitivamente tener un estudiante de intercambio siempre es una magnifica experiencia.
Familia Campos