Cuando SEMVO nos contactó para ser padres adoptivos de la estudiante realmente tuvimos miedo. El equipo de SEMVO nos animó a seguir con el proceso, asegurando que siempre contaríamos con su apoyo. La verdad aceptamos y no nos arrepentimos. Después de 10 meses la queremos como a nuestra otra hija. La participante forma parte de nuestra familia.
Mi esposo se lleva muy bien con ella hablan mucho de fútbol y de música.
Ella asistió al mismo colegio de mi hija. Se llevaron realmente muy bien, salían juntas al
mall y al cine, escuchaban música y bailaban.
Al principio fue difícil para la estudiante, pues estaba muy sensible y extrañaba a su familia, sus amigos y su entorno, pero poco a poco se fue asimilando nuestras costumbres, nuestra comida, empezó a conocer más los lugares cercanos y ya iba sola al gimnasio y yoga.
Los primeros meses un poco difícil por el idioma, pero muy rápido aprendió ya solo había que corregirla en pocas palabras. En el colegio los primeros meses un poco difícil, no entendía mucho por el idioma y algunas materias que en su país nunca había recibido como Física-Matemáticas o Química. Yo personalmente iba al colegio a hablar con los Profesores para que le reforzaran el español y le dieran adecuación para que fuera integrándose al sistema. Los Profesores siempre me ayudaron, pero creo que insistí tanto, que no les quedó otro camino. Lo que si me hicieron saber es que me felicitaban por mi interés en que la estudiante aprendiera rápido, que a partir del Segundo Trimestre la estudiante ya hizo casi todo solita.
Con mi hija, la estudiante se sentía muy cómoda, a pesar de que a veces habían diferencias… se veían como hermanas, cocinaban juntas, hacían recetas de belleza y la pasaban súper bien.
Realmente si hubo momentos en que las diferencias culturales eran claras, como por ejemplo, que la estudiante está acostumbrada en su país a salir sola durante la noche , pero en nuestra familia eso no es permitido. Se le explicó que en Costa Rica es diferente a su país y que además las familias ticas somos más protectoras. Poco a poco lo fue entendiendo y nunca salió de casa sin ningún permiso.
SEMVO siempre nos apoyó en todo momento en que hubo diferencias y siempre trabajamos juntos para el bien de la familia y con el fin de que la estudiante estuviera segura y disfrutara de una experiencia a la tica! SEMVO le mostró muchos lugares hermosos.
Con nosotros como familia también paseamos bastante, Le mostramos mucho de Cartago que
es donde vivimos y Guanacaste donde vive nuestra familia. Fuimos a las fiestas de zapote y Palmares, visitamos el Festival de la Luz y el Tope, hicimos el árbol de navidad, nos ayudó hacer tamales y rompope. En Semana Santa aprendió hacer empanaditas de chiverre, fuimos a la Romería, conciertos , pasacalles, la verdad disfrutamos mucho.
Ahora la estudiante es Saprisista como nosotros.
SEMVO continuamente supervisó como estaba la relación estudiante familia e intervino oportunamente para evitar conflictos y que la integración de Alice a la familia fuera exitosa.
Para mi persona la experiencia ha sido única, y como mamá estoy con un gran nudo en la garganta escribiendo estás palabras ya que ésta muy cerca la despedida, pero con la alegría y
satisfacción de que tuve la oportunidad de conocer a ésta nueva hija que voy a tener al otro
lado del mundo, no se ha ido y ya estamos planeando ir a visitarla en Suecia. De verdad muy
agradecida con SEMVO y deseando tener nuevas experiencias como ésta.
Familia Mora