Padres adoptivos de una estudiante de Noruega

Cuando nuestra sobrina nos comentó que el grupo de intercambios estudiantiles SEMVO buscaba hogares para jóvenes estudiantes, nuestra hija de 16 años entonces, se interesó mucho ya que sus hermanos mayores vivían fuera de casa y sería una compañía para ella y una experiencia importante. Coincidimos que era un momento oportuno y contactamos con la organización.

Nos emocionó mucho cuando recibimos la noticia de que pronto vendría a nuestra familia una joven noruega y casi de inmediato pudimos establecer contacto con ella.

Finalmente llegó el día, la estudiante estaba en casa. Al principio, sabía muy poco español pero muy pronto aprendió lo básico. Al ir conociéndola nos dimos cuenta que es una joven respetuosa, inteligente, de muy buenos sentimientos y que se preocupa mucho por aprender todo lo posible.

Con el paso de los días compartimos ratos en familia, recetas de ambos países, por cierto cocina riquísimo; anécdotas, conocimientos, experiencias y eso aportó a nuestra familia una visión más amplia sobre las diferencias y semejanzas culturales. Aunque antes habíamos hospedado jóvenes de otros países no habíamos experimentado esa confianza que nos hiciera sentirla como parte de nuestra familia. Establecimos contacto con su familia en Noruega y nos dimos cuenta que tenemos varias cosas en común, como diríamos en buen tico: son pura vida!

Como experiencias nuevas para ella, participó activamente del proceso electoral de Gobiernos Locales ya que su mamá tica fue candidata y resultó electa como vice-alcaldesa. También se inscribió en un curso de danza aérea que sabemos no se da en su país y ha progresado bastante. Esperamos que lo vivido le sirva para su crecimiento interior y como base para afrontar nuevos retos en su futuro.

Hicimos algunos paseos a la playa y la montaña y pudo estar en las Fiestas de Palmares, conocidas a nivel internacional. Comprendió muy pronto la forma de ser del tico que se toma la vida un tanto relajada aún sobre el stress diario.

Durante su estadía, la estudiante asistió puntualmente al Colegio donde está inscrita mi hija e hizo muchas amistades. Pudo completar su lista de cosas por hacer en C.R. y cumplir su principal meta que era aprender el idioma. Pero aparte, sabemos que llevará en su memoria hermosos recuerdos de este país y su gente.

Debemos rescatar que SEMVO siempre nos brindó la confianza y la coordinación para atender las necesidades de la estudiante y que realmente la comunicación con ellos ha sido fluida.

Sin duda, la estudiante es una joven que aprendimos a querer y cuya amistad esperamos se mantenga por siempre! Queda en nuestra mente la idea de visitarla alguna vez y conocer más sobre su país y su familia.